martes, 15 de enero de 2008

La Naturaleza habla

Hay dias que la naturaleza me comunica con una sorprendente claridad que quien quiera que haya creado el mundo es genial, prueba de ello vean esto:



Amanciendo en Pátzcuaro mirando hacia Janitzio el 31 de diciembre del 2007

3 comentarios:

Ingrid dijo...

Yo creo que todos los días la naturaleza se comunica con claridad. Lo que más disfruto es interactuar con las personas que son capaces de entender lo que quiere decir.

Así, agradezco la foto, tus letras y las oportunidades que me has brindado al estar junto a ti.

Allegra dijo...

Coincido totalmente contigo, que foto tan hermosa. Ver paisajes hermosos y escuchar los sonidos de la naturaleza son de los momentos más felices de mi vida, momentos que me recuerdan de dónde vengo y a dónde voy. Me maravilla sentir mi pequeñez ante tanta majestuosidad y en verdad que quien creó todo esto nos dejó un legado fuera de serie. Gracias por compartir la foto ya que es un recordatorio de lo que no debo olvidar contemplar en mi día a día.

Hummingbird dijo...

Hermosa foto!!

Siempre detenerme y mirar la naturaleza ha sido un recordatorio de que "quien quiera que haya creado el mundo" existe. Y hoy, cada día, recibo un recordatorio gracias a mi cuerpo y al milagro que crece dentro de él.

Crisis Existencial

Estoy por cumplir años, y repentinamente entré en crisis, o sea, me puse confusa, con distintas ideas invadiendome de lo feo que mi edad significa, sintiendome adolorida del cuerpo, con el ánimo bajo y con tendencia al aislamiento.
Sabía que era una tontería, que estoy muy bien, energética y saludable, pero eso no me servía de nada. Saber muy pocas veces me sirve, así es que decidí dejármelo sentir y "arrastrarme" por mis horas como iba pudiendo. Procuré hacer puras cosas por "devoción" y ninguna por obligación y el asunto mejoró.
Me empiezan a buscar para festejarme y eso ayuda mucho más. Empiezo a resurguir y heme aquí de nuevo con ánimo de volver paulatinamente a la vida cotidiana.
Así es que solicito la colaboración de los miembros de mi mesa redonda para felicitarme y hacerme sentir que en realidad sigo siendo una "chava" en el alma.