jueves, 6 de diciembre de 2007

Carta de Miguelito a Mafalda


Lo que le escribió Miguelito a Mafalda después de tantos años....
Querida Mafalda:
En este día tan especial me acordé de tu cumpleaños... ¡Cómo pasa el tiempo! Nacimos en el corazón de un país que soñaba. ¡Cúantas utopías! ¡Cuántos deseos de crecer, de mejorar las cosas !

Nos tocó convivir con un tiempo de hombres creativos: Luther King, Che Guevara, Juan XXIII, John Kennedy; nos transmitieron el sentido de la justicia, el valor de los sentimientos, la maravillosa aventura de pensar con la propia cabeza....


Ayer me preguntaba por nuestra amiga Libertad, aquella pequeñita que un día encontraste en una playa, no me acuerdo si era Santa Teresita o Mar de Tuyu, me acuerdo todavía cuando la presentaste a tus padres... Era vivaracha y quemadita por el sol de febrero.


¿Dónde vive Libertad? ¿Es verdad que la mataron durante la dictadura? Dicen que la torturaron y su cuerpo despareció en el Río de la Plata..... Me cuesta pensar que se murieron sus sueños. ¿Y si
vive? ¿Estará filosofando sobre la fragilidad de las cosas y el sentido de la vida?


¿Qué fue de Susanita? ¿Se casó? ¿Pudo realizar su vocación de ser madre? La imagino viviendo en alguna ciudad de provincia, paseando del brazo del marido (un hombre bajo y calvo) en una tarde de verano, contenta con sus hijos y cuidando el primer nieto, realizada como tantas comunes mujeres...


Sé que Felipe vive en La Habana, que probó con el cine, que tiene un taxi y habla a los turistas de Fidel y de la Revolución con el mismo entusiasmo que cuando vivía en Buenos Aires....



A Guille, tu hermano, lo escuché tocar, hace poco, en la Scala de Milán.
Vive en Ginebra, nunca se arrepiente de haber emigrado en los últimos años de Alfonsín, me contó que es feliz con su nueva pareja.....

Y vos, querida amiga, ¿Cómo estás? Hace tanto tiempo que no tengo noticias tuyas.
Sé, por otros que sigues escuchando la radio, que lees los diarios del mundo, que te duele el Irak como te dolía Vietnam, sé que trabajas para la FAO por los pueblos del hambre, que estás indignada por la prepotencia de Bush.
Me llegó tu pedido de juntar medicinas para los Médicos sin Fronteras, sé que siguen las reuniones en tu casa de París, que estás confundida, inquieta y preocupada por el futuro del mundo..... En fin, Mafalda, sé lo suficiente como para saber que seguís viva, viva en el alma, niña como siempre...
De parte mía sigo escribiendo siempre, renegando porque me falta tiempo; creyendo como siempre, en el valor de la sinceridad, perdiendo oportunidades por manifestar mis ideas.
Algunos días estoy triste y deprimido, pero puede siempre más la alegría que la tristeza...
El mundo no mejoró mucho desde la época en que vivíamos juntos en nuestra patria.

A veces, cundo miro el globo terráqueo, encuentro tu mirada, pienso en todos aquellos que lo miran como vos, en los ojos de los que protestan, de los que no se conforman, y de los que viven en la atmósfera del optimismo y de la justicia....

Esos ojos, junto a los míos, te desean un buen día, querida amiga, por otros cuarenta años tan intensos y jóvenes como los que has vivido.
Un beso grande de tu amigo que te quiere como siempre.
Miguelito











4 comentarios:

Ingrid dijo...

"Acércate. Detente un poco. Escucha... ¿Has visto y oído cantar a los niños? Son diferentes. De vez en cuando, vas a encontrar a uno que se vuelca hacia fuera en el canto, como si cantar fuera una manera de salir de sí mismo con fuerza. Es una manera de anunciar al mundo su vigor, el ímpetu de lo que trae dentro, igual que correr, o pelear, o amar muy fuerte... ¿Has visto y oído cantar a los niños? Son diferentes. De vez en cuando, vas a encontrar a uno que se vuelca hacia fuera en el canto, como si cantar fuera una manera de salir de sí mismo con fuerza, de hacer más grande su mundo..."

La fuerza que tienen las letras de un niño ya no tan niño, me llegan al corazón, me lo desgarran y le dan sentido a lo que hago.

Gracias por compartir este hermoso texto.

Hummingbird dijo...

Hermoso!!

Me hace recordar mi pasión por Mafalda y sus amigos, y me hace volver la vista atrás y preguntarme si he sido congruente en estos años, si hoy puedo afirmar que he sido fiel a lo que creía de niña. Muchas de mis ideas de niña siguen latiendo en mi corazón, y también descubro que la rutina y el ajetreo de la vida me hacen descuidar mis ideales y utopías (que eran muchas).

Hoy me pregunto si seré capaz de enseñar a un nuevo ser a creer, a tener principios por los cuales luchar, a ser congruente, y a no traicionar aquéllo en lo que cree firmemente.

Ardua labor!!

andrewmaster dijo...

Mafalda es una de mis historietas preferidas, gracias por recordarmela y sobre todo por esa enseñanza de nunca olvidar los sueños y quienes somos. Te quiero a lot

Marciana dijo...

Tengo una amiga de la secundaria a la que amo profundamente, ella dice que me amo desde el principio, desde que en el salón de clase levanté la mano y dije "como dice Mafalda..." Si, he amado a Mafalda desde siempre, me he encontrado con ella desde siempre, pero nunca me había sentido tan cerca de Miguelito como hoy que te leo y lo leo a él a través de las letras que compartes, como él podría decir: sigo escribiendo...renegando por no tener tiempo, creyendo, asustada, a ratos, de expresarme, pero recargando fuerzas desde algún sitio que seguramente tiene que ver con la mirada y eligiendo arriesgarme a salir de nuevo..triste pero esperanzada (la esperanza siempre puede más en mi que la tristeza, la decepción o el miedo, como en Miguelito la alegría). Gracias por invitarme a arriesgarme de nuevo, a encontrarme en este espacio contigo. Gracias porque con la voz de Mafalda me permites volver a salir, recordar, soñar, creer, apostar. Gracias, gracias.

Crisis Existencial

Estoy por cumplir años, y repentinamente entré en crisis, o sea, me puse confusa, con distintas ideas invadiendome de lo feo que mi edad significa, sintiendome adolorida del cuerpo, con el ánimo bajo y con tendencia al aislamiento.
Sabía que era una tontería, que estoy muy bien, energética y saludable, pero eso no me servía de nada. Saber muy pocas veces me sirve, así es que decidí dejármelo sentir y "arrastrarme" por mis horas como iba pudiendo. Procuré hacer puras cosas por "devoción" y ninguna por obligación y el asunto mejoró.
Me empiezan a buscar para festejarme y eso ayuda mucho más. Empiezo a resurguir y heme aquí de nuevo con ánimo de volver paulatinamente a la vida cotidiana.
Así es que solicito la colaboración de los miembros de mi mesa redonda para felicitarme y hacerme sentir que en realidad sigo siendo una "chava" en el alma.