miércoles, 10 de octubre de 2007

Compañeros: estoy leyendo un libro que recomiendo ampliamente para la clase de Pedagogía, es de Edgar Morin y su título es "La Cabeza Bien Puesta: Repensar la reforma, Reformar el pensamient0. Ed. Nueva Visión.
Creo que da respuestas a la inquietud de cómo debe ser la educación ahora que hay tanta información nueva que se produce a velocidades extraordinarias todos los dias. Cada página del libro es una invitación a la reflexión y me parece muy bien escrito y sin rollos.

4 comentarios:

Ingrid dijo...

¡Wow! La foto lo dice todo... es perfecta...

Mil gracias por la recomendación. Lo voy a ir a comprar.

Saludos.

Ingrid dijo...

Me encantan tus maneras de aprender. Se ve que las tienes muy en claro, entiendes cómo se te facilita el aprendizaje y el cómo lo disfrutas más.

Hummingbird dijo...

Camelot!!!!! Aquí estás de nuevo!!!!
Me encanta abrir tu página y encontrar textos nuevos con un aire nuevo.
Gracias por la recomendación del libro!!
Gracias tambien por tus comentarios en mis escritos, es todo un halago que te consideres mi alumna.
Acepto las copitas de vez en cuando!!!!

Allegra dijo...

Camelot,
Gracias por la recomendación del libro y también por esa imagen tan hermosa que publicaste.
El leer tus formas de aprender me enseña a explorar más alternativas para enriquecer mi experiencia.

Crisis Existencial

Estoy por cumplir años, y repentinamente entré en crisis, o sea, me puse confusa, con distintas ideas invadiendome de lo feo que mi edad significa, sintiendome adolorida del cuerpo, con el ánimo bajo y con tendencia al aislamiento.
Sabía que era una tontería, que estoy muy bien, energética y saludable, pero eso no me servía de nada. Saber muy pocas veces me sirve, así es que decidí dejármelo sentir y "arrastrarme" por mis horas como iba pudiendo. Procuré hacer puras cosas por "devoción" y ninguna por obligación y el asunto mejoró.
Me empiezan a buscar para festejarme y eso ayuda mucho más. Empiezo a resurguir y heme aquí de nuevo con ánimo de volver paulatinamente a la vida cotidiana.
Así es que solicito la colaboración de los miembros de mi mesa redonda para felicitarme y hacerme sentir que en realidad sigo siendo una "chava" en el alma.